
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada es mas insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
J.J. Rousseau
La infancia y la adolescencia son periodos críticos en los cuales pueden aparecer problemas o alteraciones que puedan afectar al ámbito escolar, familiar o a las relaciones sociales de niños y adolescentes. La detección de estas dificultades durante el desarrollo es importante, no solo para poder intervenir para mejorar el problema, sino que también para prevenir posibles psicopatologías en la edad adulta.
La evaluación en estos casos, comienza a través de una primera entrevista exclusivamente con los padres para analizar cuáles son sus preocupaciones y determinar la necesidad de intervenir en el niño o adolescente. Consiste en la realización de una evaluación exhaustiva que nos permita detectar determinadas dificultades que pudiera estar presentando un niño con el fin de conocer que es lo que las está motivando y poder tomar decisiones adecuadas a cada caso concreto.
Es importante destacar que el papel activo de los padres en la intervención con los menores, ya que estos suponen un apoyo fundamental que garantizan la continuidad del trabajo terapéutico fuera de la consulta. Además, en determinadas ocasiones, el tratamiento se lleva a cabo únicamente trabajando con los padres a través de pautas y directrices que éstos aplican en casa para corregir la conducta inadecuada.
Entre otras, las problemáticas más habituales en la consulta psicológica infantil son:
- Problemas de conducta: agresividad y conducta desafiante
- Ansiedad infantil: miedos, fobias, ansiedad por separación, ansiedad generalizada
- Depresión infantil
- TDAH con o sin hiperactividad e impulsividad.
- Altas Capacidades Intelectuales
- Baja autoestima e inseguridad
- Adicción y uso abusivo de tecnología
- Acoso escolar o bullying
- Habilidades sociales
- Trastornos de la eliminación: enuresis y encopresis