Detectar e intervenir en un determinado problema a tiempo, supone incrementar las posibilidades de resolverlo a corto plazo. Por esto mismo es importante detectar cuanto antes un problema que pueda requerir atención especializada. En este sentido, una vez identificado un posible problema, iniciamos la fase de evaluación, donde la interacción con el niño tiene como objetivo principal conocer su realidad, su entorno familiar y su modo de comportarse,
Toda interacción del terapeuta con el niño que implique ayudar a la reflexión, aumentar el conocimiento de sí mismo y del entorno, actuar, enfrentarse a situaciones y generar cambios adaptativos en sí mismo y su entorno es intervención. La intervención está orientada a generar cambios cambios en el niño y en el adolescente.
Desde Anthea trabajamos distintas áreas de la psicología para dar respuesta a distintas problemáticas: